sábado, enero 12, 2008

Meu coraçao vagabundo

Cada día amanece antes en Lisboa
con la promesa de ver, tu cuerpo
dormido en el atlántico
que ha atracado en mi corazón.

He parado en tu sueño
hay tejas en las paredes de tu pecho volcánico
que no me dejan siquiera adoptar la peor de las posturas
sin hacerme caer a un abismo de realidad.

Y es verde el desorden de mis pensamientos
hay unos ojos clavados en el espejo
y una mujer que crece y decrece
con la piel en flor.

No hay comentarios: