domingo, agosto 28, 2005

Pensäo Santiago II



Diciembre había sacado la ciudad a la calle. Todos parecían preguntarle con sus miradas de que o quien huía y Tomás acabó escapando de si mismo y refugiándose en las calles de un pequeño barrio.

Debía ser muy tarde, el telón de la noche había caido hacía tiempo y aquellas personas que tanto le molestaron se habían convertido ahora en sombras amenazantes. Un pobre vagabundo salió del apenas metro de puerta que asomaba a la calle de una imprenta abandonada. Sin darle tiempo a pedir unas monedas, Tomás descargó toda la furia del día en el cuello de aquel hombre. Asustado observó la postura imposible en el suelo bajo un abrigo infantil cuyos botones le recordaron aquel que usaba las frías mañanas para acudir al colegio. Por segunda vez en su vida robó.

viernes, agosto 19, 2005

Don Simpósium Vademécum


Hoy hace 2382 días y medio de la muerte de D. Luis Sánchez Polack, Santo varón

jueves, agosto 18, 2005

Pensäo Santiago I

No fue hasta otro día cuando al abrir la contraventana de su habitación pudo observar, con la poca luz que iluminó la estancia y su ceguera vespertina, el lúgubre e insalubre aspecto de su morada. La urgencia de una ducha y sus vísceras desorientadas le hicieron elegir entre descubrir que le deparaba el aseo o pasar de la ducha y buscar alivio en la calle a sus necesidades. Tomás eligió la segunda opción, guardó sus pocas cosas de valor en un bolso de napa heredado de su abuelo que llevaría colgado y dejó alguna ropa en su mochila a riesgo de ser robada.

La actividad de la calle desafiando una tormenta inminente contrastaba con su estado de ánimo. Estaba ya atardeciendo y decidió tomar algo en una cafetería cualquiera de las que poblaban la Rua Augusta. Desde la barra podía contemplar mientras esperaba su café la belleza del encuadre que formaba el arco iluminado y la Praça do Comercio a través de éste.

Por primera vez en días la suerte le dedicó una tímida sonrisa y la propina dejada por un cliente le sirvió para pagar una pasta salada con la que acompañó el café y que parecía contar entre sus ingredientes con algún tipo de queso. Pensar que pocos días antes podría haber comprado la bandeja entera y saciado aquel hambre le provocó un hilo de tristeza que atravesó su pecho algunos segundos.

viernes, agosto 12, 2005

Pensäo Santiago


- No. Yo tengo mis principios, y eso que me pides está en conflicto con todos ellos.

Tomás en aquella posición tan comprometida recorrió con estas palabras los escasos centímetros que le separaban de la moqueta. Su cuerpo hastío parecía ser engullido, debido a la ausencia de luz, por aquel tapiz que fueron bordando gota a gota anteriores inquilinos de la 14.

Algunas noches antes llegó a Lisboa. Las calles desiertas y el tambor de los truenos le convirtieron en un Cristo empapado procesionando por la Rua Augusta y sus paralelas.
Los edificios de aquellas avenidas le parecieron distinguidos, fue por ese motivo que cuando vio el luminoso que anunciaba la Pensäo probó suerte convencido de la categoría del establecimiento y no dudó aceptar la habitación que le ofertó Regina obviando las chapas de acero que servían de puerta a los pisos inferiores.

Kashmir